martes, 22 de diciembre de 2009

La llegada a Nigeria del chamán tras su viaje a España (en Iberia) de ida y vuelta.

Cuando Paki Osayande regresó por fin a la tribu de la que era chamán dijo:
“Occidente es maravilloso: uno puede desperdiciar el tiempo viendo tonterías en Youtube; encender la TDT y tomarse uno o dos trankimazines mientras ve la Teletienda”
Meticulosamente describió a su gente los efectos perjudiciales de los microondas y las antenas de telefonía. Les eclipsó con la nueva operación de Belén Esteban y los hechos acaecidos en la casa de GH con Indhira.
Finalmente todos danzaron muy felices de que su hambre estuviera tan bien justificado como el de Aminetu Haidar.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Los Impostores.

Eso a lo que llaman primera hora ciertos burócratas no es primera hora ni mucho menos. Al menos eso pensaba Pedro Alegría.
La vida comienza con un leve dolorcillo de espalda y los ojos legañosos. Sale a horas atroces, cuando aún es muy de noche y debe ser la hora menos cuatro o menos cinco, porque desde luego no es la primera hora de ciertos burócratas. Pedro se replantea los consejos de un programa de salud de televisión. Un desayuno contundente. Eso dicen, sí. Y luego sale una señorita con los dientes blancos y un caballero con bíceps envidiables que cogen el aceite de oliva muy despacito, lo echan exquisitamente sobre una tostada con tomate y lo muerden. ¡Qué dientes! ¡qué encías! Y si se han fijado siempre hay una cesta con muchas frutas y zumo natural y sobre todo…es de día. Y Pedro se replantea eso de la primera hora. Y cómo esos señores tan guapos tiene tiempo para desayunar bien y así claro, el estaría también muy guapo pero es que resulta que su primera hora no es exactamente así.
Su primera hora tiene mal aliento, la boca pastosa, mucho, mucho frío y solo un pelín de hambre. Es el hambre de las 5:45 de la mañana, que básicamente da para tomarse un café y una magdalena. Luego Pedro se lava los dientes; sale a la calle y un frío invernal le punza los riñones y le duele el cuello y el estómago. Los gases de siempre que se van moviendo por todo el cuerpo dando pellizquitos al hígado, al intestino, a los pulmones.
Y piensa como diantres se va a solucionar él esos dolores y como siempre le da unas cuantas vueltas a lo de siempre: a lo de dejar de fumar, hace deporte y comer bien. Luego se enciende un cigarrillo porque obviamente, lo de dejar de fumar no es cosa de un momento a otro.
Pero…¿quién diantres esta engañando a Pedro? Porque, por alguna razón, él no puede tener una primera hora, andar despacio hacia la estación con el sol encima de su cabeza y los pajaritos piando. Pero no, en su camino a la estación pasa al lado de una carretera y de una gasolinera. En un bar desayunan algunos obreros que, como él, no deben tener una primera hora tan maravillosa como dicen. Tampoco pueden desayunar una pieza de fruta, una tostada con queso de untar y un té verde (porque el café es malo para la tensión). C- u- i -d -a -d -o - c -o -n - e- l a- z- u- c- a- r. etc.
Hay un complot de impostores evolucionados. Para Pedro son las máquinas perfectas de la nueva empresa. La publicidad de la salud y la plenitud. El “todo el mundo puede ser feliz” móntatelo bien y haz deporte pero con zapatillas Nike, consume revistas para gente saludable, gástate los cuartos en el herbolario, en el gimnasio, en el spa, en el fisioterapeuta y la esteticista, haz la ruta del vino pero sin excesos, copita y media en las comidas. No vuelvas a tropezar. El que se hunde en la noche, el hastío, la vagancia…es porque quiere.